Considero que los supermercados son lugares en los cuales la señalética y la distribución de los elementos en el espacio es clave para que los clientes logren encontrar los productos que andan buscando.
Además, esta distribución no suele estar colocada de forma arbitraria, sino que las secciones están ordenadas de tal manera que se favorezca la compra por impulso y que el consumidor tenga que recorrer la mayor parte del local, incitando una vez más a la compra no prevista.
Después de esta introducción-reflexión, a mi amigo le encargaría comprar el pan, una tarea cotidiana: A: ENTRADA – B: PANADERÍA
“Dado que la estructura del supermercado es rectangular y la panadería se encuentra en la esquina superior izquierda si imaginamos el plano desde la entrada, indicaría a mi amigo que se fije en un elemento pasivo tan distintivo como el pasillo largo, el cual sin pérdidas le llevará al fondo del local.
Por el camino se encontrará información activa poco relevante para su búsqueda, ya que simplemente son señalizaciones de otras secciones.
Ya en el fondo del local si tendrá que hacer caso de la información activa, fijándose en la señalización de la panadería, perfectamente visible desde la sala en la que se encuentra.»
Por último, le indicaría que siguiera el camino en sentido anti-horario desde la panadería, para llegar rápidamente a las cajas, una vez más observando como el espacio le invita a dar más vueltas de las necesarias si no sigue las indicaciones que le recomendé”.
Conclusiones: La estructura de los supermercados suele estar señalizada con grandes carteles que indican los bloques de comida principales, por lo que fijarse en ellos es vital para no dar vueltas de más.
Sin embargo, los productos de compra diaria suelen situarse en zonas alejadas de la entrada para obligar al usuario a comprar de más. Se busca priorizar el deseo a la necesidad. Así, el pan está situado en una esquina al final del supermercado. Entras solo a por pan y sales con la bolsa llena.
Algunos productos los cambian periódicamente de sitio para obligarte a hacer más recorrido por el super y que tengas que ver prioritariamente las cabeceras varias veces
Adicionalmente, debido a los tiempos en los que vivimos, se han añadido señalizaciones para evitar aglomeraciones y lograr que la distancia de seguridad se mantenga, aunque al estar en el suelo, pude apreciar que no son todo lo visibles que deberían.
Esto demuestra que muchos establecimientos no están adaptados a la nueva realidad, ya que las aglomeraciones a la hora de comprar siguen siendo habituales, por mucha señal que se incluya. Aun siguiendo las indicaciones, los lineales dan poco margen para cumplir las normas.
¿Qué pensáis vosotr@s de la distribución de los supermercados? ¿La distribución es cómoda o se priorizan otras cosas? Os leo!
Un cordial saludo
Daniel Benito Carrillo
Este es un espacio de trabajo personal de un/a estudiante de la Universitat Oberta de Catalunya. Cualquier contenido publicado en este espacio es responsabilidad de su autor/a.
Hola.
Como bien dices, muchos de lso supermercados están diseñados para que el usuario ‘gaste’. Haciendo lo posible por mantener al usuario dentro del comercio ‘encontrando’ artículos que no necesita de forma inmediata, pero que que se lo lleva por que le puede hacer falta, (y al final termina en la despensa durante dias antes de su uso o en algunos casos, se caduca).
La verdad que con la explicación que preseentas, el usuario que entra ‘sabe’ que habrá pan…pero no sabe como llegar…yo que desconozco el sitio, sería un usuario de los que entraria a por el pan y estaría dando vueltas hasta encontralo (al final del supermercado) y terminaría pasando por caja con más cosas.
Todo es negocio enmascarado en conceptos de eficacia y usabilidad.
Como aporte, en su momento leí un artículo donde se exponía como en supermercados americanos usan la música para ‘controlar’ a los usuarios. Música activa y a mayor volumen de lo habitual cuando hay muchos usuarios, para darles prisa a que compren y pasen por caja…y cuando hay pocos usuarios, ponen musica mas relajada, para mantener al comprador entre los pasillo cogiendo artículos.
Saludos.
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Hola Daniel.
La verdad que en la primera impresión de tu mapa he tenido un poco de incertidumbre puesto que no he visto un recorrido dibujado y quizás me ha llevado a intuir el mismo, después he leído la descripción y ya lo he comprendido.
Es una sensación extraña al ver un supermercado donde nunca hemos estado y no tener claro dónde se encuentran los estantes que buscamos. Estoy totalmente de acuerdo contigo y quizás con la creación de dispositivos adaptados a este tipo de situaciones, en un futuro próximo se eliminen este tipo de barreras.
La verdad es que actualmente los supermercados estudian el comportamiento de los usuarios, tal y como dices «priorizar el deseo a la necesidad» para mejorar la colocación de sus productos y así subir ventas, lógicamente tendrán margen de error pero generan cierto control sobre los usuarios, un tanto peligroso puesto que cada vez más, somos guiados a comprar productos que probablemente no necesitamos.
Confiemos en que cada vez controlemos más nosotros lo que consumimos y lo que compramos, las señalética en un lugar así puede tener cierta manipulación, de modo que es mejor hacer una lista de la compra y guiarnos por lo que necesitamos.
Saludos
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Hola Daniel,
Tal y como comenta Rosa coincido en que se echa en falta el recorrido dibujado en el plano, hubiese sido de gran ayuda aunque es cierto que con la explicación que das se entiende a la perfección.
Sobre lo que comentas de la distribución favoreciendo a la compra por impulso, no puedo estar más de acuerdo, quien no mira tentado cuando pasa por caja a los productos que exponen o los padres que acabarán comprándolos porque sus hijos insisten sin cesar, simplemente para que se callen… trucos para que compremos productos que no necesitamos.
Por otro lado, me parece muy interesante el artículo que comenta Fernando sobre el uso de la música en los supermercados de America. Sabía del uso del marketing sensorial para que el público se identifique con la marca, haciendo que se sienta más a gusto, permanezca más tiempo en el mismo a lo que puede conllevar un mayor gasto y consumo, pero no lo que comentas. Como usuaria no suelo entrar en comercios donde pongan la música a todo volumen, una manera rápida de que el público compre y se marche a toda prisa.
¡Saludos!
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Pública